Santiago, 25 de abril 2016
“Guten Tag! ¡Buenos días! Hello! Bonjour!
Grüssen stärkt unsere Gemeinschaft. Un saludo que reúne a nuestra comunidad.”
Circular 3 / 2016
Muy estimados padres,
queridas alumnas y queridos alumnos,
estimadas y estimados colegas,
queridas amigas y queridos amigos del CSS en Chile y el extranjero,
El año escolar recién acaba de empezar, justamente por eso les di la bienvenida en diferentes idiomas. Y de repente ya pasó el tiempo: ¡Estamos trabajando en el 2017! Casi para no creer, pero hemos saludado a nuestro futuro. ¿Cómo así? Hace poco más de una semana entraron 120 niños pequeños al CSS, quienes venían de la mano de sus padres a dar sus primeros pasos en nuestras instalaciones de los Kinder. Cuidadosos y al mismo tiempo, curiosos, algunos con alegría, otros con miedo: Se estaban adentrando en un lugar, en el cual algunos de ellos pasarán los próximos 14 años de su vida. Aquí llegarán a convertirse en jóvenes con pensamientos propios y críticos, que aprenderán, como se escribe, lee, calcula. Experimentarán como aprender, como relacionarse con los demás, como expresarse, como escuchar, como imponerse, como empatizar con los otros y mucho más.
A propósito, a los padres de la futura generación les iba igual que a ustedes, quienes tienen o han tenido hijos en el Colegio. Estaban un poco ansiosos, llenos de esperanza y curiosidad. Las educadoras fueron observadas muy atentamente antes que les fueran confiados los hijos por más de dos horas ¡y dos veces! Esto generaba para los niños una bienvenida en el Kindergarten y al mismo una despedida de sus padres. Lo vivido con el proceso de admisión de este año es algo que por lo tanto, se repite: La vida es un acto – muy especial y muy individual – de balance entre dos polos. Constantemente nos saludamos y nos despedimos: de los familiares, amigos, colegas, pero también de las casas, países, situaciones y al final, también de la vida. A pesar que en la mayoría de los casos preferimos una bienvenida a una despedida – la primera alegra el corazón mientras que la otra puede ponerlo triste – es justamente así, que no habría saludos, si no nos estuviéramos despidiendo una y otra vez. Además que una separación nos permite vivir nuevas experiencias, que luego vamos a poder compartir.
Entonces hoy me despido con el corazón alegre, sabiendo que en un mes voy a poder volver a saludarles.
Cordialmente,
Claudia Engeler
Directora
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